Desde la Coordinadora de Mentoría Social (CMS) se acompaña a entidades que desarrollan proyectos de mentoría social, un tipo de voluntariado exigente tanto en el momento previo de empezar la acción como durante el desarrollo de ésta.
Fecha publicación: 03/05/2024 | Por: María Quintana Hosta. Educadora social y antropóloga. Actualmente ejerce como responsable de Formación y Consultoría de la Coordiandora de Mentoria Social (CMS).
La mentoría social es una herramienta de intervención social y comunitaria que se define como “Un proceso de acompañamiento, guía y apoyo entre dos o más personas que establecen una relación de duración variable con la intención de que la persona mentora ayude a la toma de decisiones, la adquisición de conocimientos y habilidades tanto emocionales como académicas, con el objetivo de facilitar el crecimiento personal y social de la persona mentorada” (Feu, Besalí, Plana, Prieto-Flores, 2009).
Desde hace ya un tiempo atrás, desde la CMS hemos empezado a poner el foco en las competencias transversales que desarrollan tanto la persona voluntaria (mentora) como la persona que se acompaña (mentorada) en una relación de mentoría. Es clave poder identificarlas antes de empezar la relación de mentoría para:
Poder acreditar, a medio y largo plazo, la mejora competencial de las personas que participan en una relación de mentoría. Así pues, este último año hemos empezado a desarrollar un proceso de identificación y evaluación de las competencias en el que hemos trabajado en diferentes fases. La primera fase ha sido formarnos a nivel técnico para poder conocer la metodología por competencias así como su relevancia. En la segunda fase, hemos hecho un proceso participativo con las entidades miembro de la CMS durante el cual hemos definido el perfil competencial de la persona mentora y el perfil competencial de la persona mentorada. Este perfil donde se identifican claramente las competencias que tenemos que observar durante la selección y el desarrollo de la relación de mentoría de una persona mentora y mentorada, nos permite tener un conocimiento mayor de las personas participantes y poder evaluar el impacto de la mentoría social en su persona.
En estos momentos, nos encontramos en la tercera fase, en la que estamos diseñando, con la ayuda de un equipo experto en la materia, una herramienta de evaluación competencial, tanto para personas mentoras como mentoradas. Este proceso se está desarrollando a partir de tres comisiones de trabajo en las que están participando personas expertas en mentoría social y en competencias transversales: mentoras, mentoradas, referentes educativos, personal técnico de entidades y representantes de la Administración Pública que conocen y apuestan por la mentoría social. El resultado de esta tercera fase, serán las herramientas de evaluación y autoevaluación que nos permitirán hacer el seguimiento de las competencias observadas y desarrolladas a lo largo de una relación de mentoría para, como comentábamos anteriormente, poder hacer un buen seguimiento técnico y evaluar el impacto de la mentoría social.
Estas herramientas se están desarrollando en el marco de la mentoría socioeducativa, pero con el objetivo a largo plazo de poder adaptarlas a otros colectivos que participan en proyectos de mentoría social.
Creemos que poner el foco en el perfil y la evaluación competencial del voluntariado nos llevará a desarrollar proyectos de mayor calidad técnica y humana, partiendo de las necesidades personales y cuidando tanto al voluntariado como a las personas acompañadas.
Un proyecto impulsado por:
Con el apoyo de: